domingo, 25 de octubre de 2009

Sentido Abandonado

He abandonado uno de mis sentidos
Cuando recuerdo que ya no puedo palpar el agua
Que las heridas cierran, pero quedan las cicatrices
Y el fuego no quema como antes, porque ya he dejado de jugar con él.

Ahora mis quejas se reducen a palabras
Pronunciadas por algunas miradas que ya nadie sabe descifrar
Miradas que se cierran a la mínima noción de egoísmo ajeno
Miradas que se escapan traviesas, y en vacío dejan de ser cómplices
Porque se disuelven una y otra vez.

El tacto desaparece de mí, de las cosas, de las superficies
De los temas intensos, de mi vientre imperfecto,
De los sueños, de las fantasías, de las madrugadas,
Los amaneceres detenidos, ahora, distinto,
Porque se me pasa rápido el tiempo, para poder tocar la noche.

No tengo más armas que mis manos
Estas que están emancipadas
Que viajan solas entre el viento que bota en mi cuerpo
Son las manos que han decidido dejar de jugar,
Dejar de tocar, de palpar, para no sentir, para bloquear
Teniendo fe en que es la única manera
De dejar atrás, lo que debe quedar allí.

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